No trabajamos en segunda línea. Implicarnos directamente es la clave de nuestro éxito (¡y del suyo!) en cualquier servicio que prestemos. Tampoco medimos el éxito de un proyecto por el número de páginas del informe final, sino por el resultado tangible del negocio de nuestro cliente.

Trabajamos con un estilo directo y colaborativo con los encargados del proyecto, asegurándonos de que entendemos las necesidades concretas de nuestro cliente y desarrollamos la solución adecuada. Es un proceso fluído y ágil, en el que las habilidades necesarias se van trasfiriendo al cliente en línea con el progreso del proyecto.

Análisis del entorno de negocios

Antes de aceptar ningún proyecto, estudiamos de cerca el entorno para comprender en profundidad sus mecanismos y motivaciones.

Definición de proyecto

Solo entonces nos sentamos con nuestro cliente para crear la definición del proyecto, acordar los objetivos y determinar su alcance.

Análisis y plan paso a paso

Durante el análisis en profundidad, estudiamos lo que el negocio está haciendo en la actualidad y sugerimos formas de alinearlo en la dirección deseada, recomendando planes paso a paso que incluyen hitos tangibles, mediciones y propuestas realistas de recursos y presupuestos. 

Implementación del proyecto

Normalmente supervisamos y dirigimos la implementación del proyecto. Trabajando conjuntamente con el cliente, ponemos el plan en marcha y revisamos constantemente los progresos, reajustándolo cuando y como sea necesario.

Revisión posterior

¡Pero no desaparecemos cuando ha terminado todo! Por el contrario, durante el periodo de tiempo que se acuerde, permanecemos cerca del cliente y del proyecto, prestando asistencia y comparando los resultados obtenidos con los objetivos deseados, ajustando cualquier cabo suelto durante el proceso.

¡Nuestro éxito depende del suyo!